El guardia de seguridad sorprende a un joven exhibicionista exhibiéndose en los aseos de la tienda. El guardia de seguridad planea castigarlo de la mejor manera posible: como este cachondo está en viajes prohibidos, utilizará su gran garrote para darle una paliza bien fuerte.
Y una vez que tenga el ano bien dilatado, le pedirá que se siente sobre su polla. El pequeño castigado probablemente jurará no volver a hacerlo… ¡o no!