Una buena perra sumisa se cita con dos chicos en un centro comercial para un rollo dominante. Nada más llegar, los dos chicos lo dejan claro: «Te pones de rodillas, te callas la boca y nos chupas las pollas».
A merced de los dos chicos, la zorra es cortada por todos lados y, lo peor, ¡pide más!