Repartidor paleto heterosexual

Jean-Pierre ya ha alcanzado cierta edad y tiene los buenos modales que ello conlleva. Cada vez que le hacen una entrega a domicilio, guarda el número del repartidor y se ofrece a aliviar la presión de los jóvenes rojos de la urbanización enviándoles mensajes de texto. Cada dos por tres, los chicos se presentan discretamente en casa del abuelo goloso al final de la jornada para hacerse chupar sus grandes pollas árabes. Después de un día ajetreado, este joven tunecino heterosexual, que habla con un fuerte acento rural, necesita escupir un poco de yop y abrirse un apretado coño. La tajada del abuelo está bien conservada y servirá. Para Jean Pierre es una explosión total. Otro árabe hetero guapo, antes del aperitivo.