Kader interviene en la habitación de hotel de un joven turista para reparar un problema eléctrico. El tunecino sexy rápidamente resuelve el problema y, curioso, huele un vial que está sobre la mesa del cabello del cliente. «¡Cuidado, te calienta la cabeza!«, dice el turista.
Pero es demasiado tarde y lo que resultó ser un poco de Amyl-poppers me puso duro. el árabe tunecino en unos segundos. Excitado, se deja hacer por el joven turista que le agarra la polla para chupársela. Tomado con un impulso ardiente, el joven heterosexual incluso irá tan lejos como para encular al jovencito con poderosos jadeos de placer.
Los gritos atraen la atención del compañero de cuarto que aparece y pide unirse al dúo. Los dos chicos aceptan y ahora se turnan para hacerle el culo a la rubio.
Kader nunca imaginó pensar en un momento tan candente con los clientes, él que no conocía los efectos de los poppers.
