Esta es la historia de un hombre que profundiza en la historia de navegación de su amigo, sólo para ser atrapado en el acto y confrontado con revelaciones inesperadas. Su búsqueda de cercanías lo ha acercado más que nunca, pero a costa de navegar por las complejas emociones del dolor, la represalia y la nueva intimidad. A menudo, luchamos por expresar nuestro deseo de cercanía sin cruzar fronteras. Muchos de nosotros hemos sentido esto de varias maneras: ignorar los mensajes para parecer menos interesados, juguetonamente burlando para ocultar nuestros verdaderos sentimientos, o incluso obsesionar a alguien. La obsesión nos lleva a idolatizar el objeto de nuestro afecto, bajando nuestra autoestima y proyectando expectativas poco realistas sobre esa persona. Podemos encontrarnos atrapados en un asunto de amor tumultuoso, consciente de las posibles consecuencias de nuestras obsesiones, pero a veces incapaz de contenernos. Esto puede llevar a cruzar fronteras o comportarse de formas que bordean el irracional. Las emociones que surgen de tales situaciones pueden impulsarnos a confrontaciones intensas con las que admiramos. Estos enfrentamientos a menudo traen más sorpresas que soluciones. Reconocer y llegar a un acuerdo con nuestros conflictos internos requiere coraje y honestidad, voluntad de enfrentar nuestras acciones y aceptar responsabilidad.