Sumisión en el barrio: el chaval dominado por un moro alfa
En plena zona caliente del barrio, un pasivo se entrega totalmente a un morazo guapo y dominante.
El árabe musculado lo parte sin piedad. En un rincón con graffitis y luces bajas, el chico se pone a cuatro y recibe todas las embestidas con gemidos calientes.
Una escena digna de Citebeur: bruta, con tensión sexual a mil y un final explosivo lleno de leche.
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