Corridas en el ascensor

En las apps se hace llamar Mamón, y está claro por qué. Un macho negro lo invita a mamarle la polla, no en su casa, sino en su ascensor. El mamón va directo. En cualquier momento puede llegar un vecino, pero a él le da igual. Asume quién es: le chifla la polla y estar de rodillas con la boca bien follada. El negro disfruta como un rey con ese sumiso que tiene una garganta profunda de locos, y acaba echándole toda la lefa en la cara. ¿Quién va a salir ahora a la calle con la cara bañada en corrida?