Liam Riley está muy cachondo… y quiere echar un polvo.
Es su última fantasía: está en una habitación de hotel, sale de la habitación, ve a un hombre en el ascensor. No sabe si el hombre es gay o heterosexual, pero le gusta la idea de ser abusado. Y Arad Winwin es el tipo de activo agresivo que este hombre puede hacer muy bien. «Habitación 717, diez minutos«, dijo Liam saliendo del ascensor.
Deja la puerta de su dormitorio abierta. Salta a la ducha con los nervios en la boca del estómago… justo cuando entra el hombre. No está seguro de sus intenciones, pero eso lo emociona. Cada uno de ellos masturba sus pollas, dándose un espectáculo el uno al otro: el hombre observa a Liam en la ducha a través de una mampara de vidrio, sus músculos duros se flexionan con cada embestida de su vara de cuerpo completo.
El hombre árabe se une a Liam en la ducha sin decir una palabra, empuja su cabeza contra el cristal, besa lentamente su cuello, fuerza sus labios ansiosos alrededor de su polla. Levanta a Liam y lo folla por detrás, lo coloca en la barandilla, lo jodede nuevo con poca resistencia y pocas palabras.
Se secan y se van a la cama. Liam cabalga la polla de este hombre misterioso hasta altas horas de la noche. Alcanzan orgasmos intensos y explosivos, sin saber nada el uno del otro excepto cuánto aman ambos este preciso momento.
